Inspector general del Departamento de Estado: el último objetivo de Trump

Melek Ozcelik
Inspector General del Departamento de Estado

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Su objetivo

Recientemente, el último objetivo del presidente Trump ha sido el Inspector General del Departamento de Estado, que se hace llamar Steve Linick.

El hombre de traje negro y corbata amarilla ha sido motivo de sospecha para el presidente, quien duda de su capacidad para servir de ahora en adelante.

Sin embargo, el presidente no adujo ninguna razón para esta aparente pérdida de confianza en el inspector.



Aseguró que sus compatriotas supieran que la destitución de Linick será definitiva en 30 días como máximo.

Tenencia de Linick

Linick llegó a la oficina por primera vez en 2013, durante el reinado de Obama y fue un nombre bastante estable en todo momento.



Sin embargo, su remoción fue criticada por una gran cantidad de personas que dudaron de todo lo que esto tenía que ver con el hecho de que había abierto una investigación contra Mike Pompeo.

Mike Pompeo había utilizado a un designado político para hacer y desempolvar su propio trabajo, lo cual es una acusación total de la ley.

Y ahora que Linick estaba cuestionando toda la situación entre algunas otras obras despectivas del Secretario de Estado, fue despedido.



Lo echaron y la Casa Blanca ni siquiera trató de explicarle al público cuál era la situación.

Donald Trump solo escribió en una carta que tiene una confianza inmensa en todos los Inspectores Generales designados, menos en él.

El presidente de EE. UU. Trump despide al organismo de control del Departamento de Estado que, según se dice, está investigando a la Sec...

Ante la adversidad

Pero seamos realistas, ¿estar en una estatura tan alta y abusar de sus poderes para llevar a cabo meras tareas?

Es una pena. Linick se había enterado de las fechorías de Mike, quien frecuentemente viajaba por todo el mundo en el avión del gobierno.

Lo acompañaba su esposa Susan, que no tenía ningún cargo oficial, y eso fue aún más sorprendente.

Ahora que Linick estaba investigando el asunto, el secretario y el presidente no tenían escapatoria.

Esto, por supuesto, requería una rápida destitución del inspector, para que sus secretos no salieran a la luz. Qué pena. *chasquea la lengua*

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